16 de abril de 2016

CARLOS BLANCO ARTERO (1983) / ESTOY MUY CERCA

  •  El último post que dediqué a este artista madrileño fue con motivo de su primera inauguración en Nueva York, ya no recuerdo la fecha, y ahora desde allí mismo, donde se ha quedado a vivir, me anuncia su nueva exposición.

  •  Ya, por entonces, BLANCO tenía un señas estilísticas muy acusadas y de las que además no escondía su origen, al contrario, eran su plataforma de lanzamiento a un proyecto que garantizando la creatividad diese un paso más allá. Y si es pautado mejor consolidado estará.   
  •  Siempre dentro de ese contexto corporal que sirve a la forma nuevas perspectivas de expresión así como a infinidad de experiencias de percepción,  es perfectamente inteligible, aun cuando no quiera enseñar la razón última de los recovecos de su misteriosas curvas y cortes. 
  •  Su trabajo no tiene encajadura pues ha sabido aprovechar fusiones , modos, concepciones, etc., para conquistar su propia línea plástica, sobre la que todavía le resta mucho por profundizar y añadir en esa construcción de su propio lenguaje.
  •  Su gama cromática, de colores apagados, muy elaborada, de repente abre una puerta por la que a través de una luz remarca un aspecto insólito, que rompe el halo melancólico que rodea toda su obra, llegando en algunos momentos al terreno de lo romántico.
  • Muy buena suerte, Carlos. Vas a ser un gran pintor, porque un gran artista ya lo eres. 
Las aves de rapiña, posadas en su cumbre,
destrozaban con rabia a un ahorcado maduro,
y cada una hundía feroz su pico impuro
en los sangrientos ángulos de aquella podredumbre.
(Baudelaire)

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