25 de abril de 2015

RAÚL SANTOS ZERPA (1939) / UNA NUEVA NATURALEZA


  •  Se ha repetido hasta la saciedad que a través de la abstracción se intenta una captación de las puras esencias. Tal como muestran estas aladas filigranas de exuberante cromatismo que al organizar así la materia visual consiguen que la expresión buscada y alcanzada se transmita directamente a los ojos. 


  •  Y esas son las evidencias que hay ante la obra del cubano SANTOS, muchísimas y de todo tipo, aunque supuestamente la más clara es la que obtiene la forma visiva adecuada a la estructura incorpórea de aquello que ha sentido. Por lo tanto, no presenta ninguna duda que estas algas tienen la poderosa impronta de un nueva naturaleza sumergida. 


  •  No obstante, puede que no haya un propósito consciente de encarar así el proceso creativo, sino el el hecho de que una aparente insignificancia encierre misterio y espìritualidad, un atisbo de lo milagroso que es una policromía que ella misma va generando su propia imagen, la que encierra su origen y su descendencia.  

 Uno puede tolerar las desgracias: viene de
afuera, son accidentes. Pero sufrir por las propias
acciones, ese es el azote de la vida.
(Oscar Wilde)

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