23 de octubre de 2014

MIGUEL ÁNGEL SALVÓ / PINTO UN TIEMPO Y UNA HISTORIA


  •  El cubano residente en España SALVÓ quiere llevar claramente la contraria a Baudrillar en eso de que el arte se ha vuelto iconoclasta, y que esta postura iconoclasta moderna ya no consiste en destruir las imágenes, sino en fabricar una profusión de imágenes en las que no hay nada que ver.  


  •  Por el contrario, veo en su obra una pasión por ofrecer grandes visiones, barrocas historias, complejas organizaciones, un enorme sentido plástico para la combinación de imágenes tan dispares, hasta alcanzar un dominio figurativo que aúna fantasía, realidad, juegos cromáticos de luces y sombras, testimonios, secretos, creencias y una confrontación con la sensibilidad y el conocimiento del espectador, que a la par que se ve absorbido por esas figuraciones se pregunta por la maravilla que las perpetra y a la vez hasta las condena a ser entes en un espacio extasiado e infinito.   

Después de consumirme,
la lava vestirá mis blancos huesos.
Qué sólo el mar me apague.
(Adela Tarraf)

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