16 de agosto de 2014

TOMOHIRO JNABA / MIS PREGUNTAS FUNDAMENTALES


  •  El muy astuto Bertrand Russell decía que la capacidad de producir grandes obras de arte va unida, con mucha frecuencia, aunque no siempre, a una infelicidad temperamental tan grande que, de no ser por el placer que el artista obtiene de su obra, le empujaría al suicidio. 


  •  Pues por mi parte veo lo siguiente, que la obra es al final la que muestra esa infelicidad, ese sufrimiento, esa imposibilidad de sentirse plenamente, pese a estar construida con el material más sólido. Observarse a sí misma es un proceso degenerativo del que nacen unos seres abatidos y desgarrados. 


  •  Algunos rostros ni siquiera llegan a consumarse para no implicarse más en una senda de autodestrucción, de pérdida del sentido estético y físico. El japonés JNABA, de esta forma, prueba lo que es confrontación consigo mismo y con el mundo que le rodea, que para no traicionarse lo metamorfosea en sí mismo.  


  •  No engendra, suscita; no da a conocer, ilumina; no exalta sino que atrae. Odia la perfección porque no es auténtica y además el llegar a ella es la culminación más enlodada de la imperfección. Su obra es una reflexión sobre el pasado conminando al presente, por eso hay que deconstruir y maldecir.  

Gradualmente se vio (como nosotros)
aprisionado en esta red sonora
de Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora,
Derecha, Izquierda, Yo, Tú,Aquellos, Otros.
(Jorge Luis Borges).

No hay comentarios:

Publicar un comentario