26 de julio de 2014

HUGO WILSON (1982) / LA PINTURA ES IMPREDECIBLE


  • Cualquier motivo es válido si al tomarlo como representación es ella la que al final desencadena el descubrimiento en el orden plástico, que lo que en definitiva tiene una realidad que se nos ofrece como una interrogación, como una seña donde cada vínculo tiene su sentido integrador.     


  •  En el caso del inglés Wilson los elementos formales y técnicos, tan virtuosos, tiene unas resonancias indudables pero que alimentan un bagaje que es al fin y al cabo una recreación que todavía ofrece ¿una ilusión, un simulacro, una ficción?  


  •  No cabe duda que las formas, en algunas obras, no tienen necesidad de concluir con lo que empezaron, es suficiente con que dejen al espectador pensando en ellas, terminándolas y hacer con ello un recuento histórico y presente. Hasta es posible que el escenario visual sea entonces otro.  

Y aquí estamos:
exangües,
más pálidos que nunca;
como tibios pescados corrompidos
por tanto mercader y ruido muerto...
(Oliverio Girondo) 

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