6 de julio de 2014

DIDIER LOURENÇO (1968) / ME TOPÉ CON ELLOS


  •  El catalán LOURENÇO quiere llevar la contraria a Baudrillard en el sentido de que en el arte moderno no todo es abstracto y está atravesado por la idea, que todavía queda mucho de imaginación de formas y sustancias.  


  •  Quizá, ante esta obra, tenga algo de razón en lo concerniente a que en el arte actual hay cita, simulación y reapropiación. A que haya una cierta dedicación a reapropiarse de manera más o menos lúdica, más o menos kitsch, de todas las formas y obras del pasado, cercano, lejano y hasta contemporáneo.


  •  Pero es que es hasta cierto punto inevitable y constructivo. En este caso se dan todas las condiciones para relacionar este trabajo en todos los órdenes, mas acaba siendo único en esa plasticidad volcada en el anonimato de la figura, que es el compendio de una manera, de un estilo, en que la individualidad está en el formato y no en el contenido. Por eso, su resultado global es un relato indagatorio y fascinante. 


  •  Como espectadores quedamos subsumidos en esos espejos como parte de un incógnito que nunca acaba por resolverse, que es una imagen continua, en unas circunstancias gris, en otras más clara y vibrante, más allá vertida en un aura oscura, fría, infranqueable.   

sueño por sueño, en el mundo
quiero soñar con lo alado.
(Rafael Obligado)

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