22 de mayo de 2014

SALUSTIANO (1965) / NO DEJARÉ DE ESTAR SIN SER


  •  La aureola es la fuente roja de lo que parezco ser, aunque si no lo soy queda la huella de mi cabeza o de parte de la misma emergente y en silencio. ¿Es un sentido de la trascendencia la que anima a estos personajes o la simple cita con un éxtasis místico maquinado por el autor?  


  •  Se pueden hacer todas las preguntas que se quieran, desde hablar de romanticismo, orientalismo, incluso barroquismo. Da igual, la criatura obra está ahí y está para quedarse, por muchas dudas que nos surjan, por mucho que la mirada intuya una cierta soberbia, un determinado perfeccionismo en tránsito de esteticismo.   


  •  El sevillano SALUSTIANO no se propone indagar, deja que eso que ha sido una fórmula de su quehacer repose tal como lo ha concebido, sin importarle si esa aportación está o no agotada, si esa perspectiva sea demasiado manierista o que la mirada acabe por no confluir, por rehuir lo empalagoso. 

y dice: -¿Eres alguna alma
que pueda y deba querer?
(Esteban Echevarria)

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