25 de febrero de 2014

HENRIKE SCHOLTEN (1989) / NO SON RADIOGRAFÍAS




  • Son como sueños olvidados, que trazan sus propias formas de retener el eco, de configurar los claros y las sombras, el pensamiento crucial de lo informe. Con refinamiento y sutileza, con elegancia y pulcritud.



  • No es para la holandesa SCHOLTEN una cuestión de virtuosismo formal, es mucho más que eso, es una esencia por figurar el espacio, acometerlo como un cosmos en el que se asientan nuestros remotos genes, en el que ya no hace dilucidar sino dejarse llevar hacia dentro, transportarse, restituir lo que de nuestra naturaleza se transfigura y pactar con lo deseado para que quede fuera.



  • Quizás sea uno de los pocos goces los que nos transmiten estas constelaciones de dibujos sin camuflajes, tampoco sin heridas, sólo los rumores del céfiro y el aura del poniente. Quizás, sea en definitiva, unos idilios entre los muertos. Pero, no obstante, no vayamos sin ellos.


usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío

entonces 
usted muere.
(Mario Benedetti)    

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