18 de enero de 2014

OSWALDO VIGAS (1924) / MUTABILIDAD


  •  Son felices las coyunturas en las que la forma entre en una crisis depurativa que la encamine sobre bases más secretas y al mismo tiempo poéticas, hasta alcanzar esa configuración que guarda la concepción de la osamenta, que es la que le sirve para rescatar el núcleo que la atenaza.   


  •  También es cierto que en estos planteamiento del venezolano VIGAS ha habido ayudas con las que ha definido e inaugurado su síntesis, que no rumbo. Lo visivo tiene su historia y no podemos dejarla de lado, pero sí continuarla con nuevas sorpresas, con innovadores hallazgos que exciten la mirada y vayan crean una visión.   


  •  Sí dijera que en su obra se perciben nuestros ancestros, su semblanza, quizá alguien se molestaría, y más si afirmara que forman parte de un futuro plástico de una humanidad que al contemplarse así es más lúcida, más incisiva, más prometedora. Si no va a ser cierto, seguro que el autor ha hecho todo lo posible para que lo sea, tal vez pensando que moldeando un imaginario como éste nos haría ese favor. Pues yo se lo agradezco.   

Y amo la paz, y el viento y la quimera
de los hombres iguales, y es mi empeño

la luz, la luz hermosa y perseguida
y amo, tal como es, la puta vida.
(Jesús Hilario Tundidor)

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