25 de septiembre de 2013

CARLOS GUZMÁN HERNÁNDEZ (1970) / NO ME INTERROGUEN


  •  Es verdaderamente sintomático como la pintura cubana se alimenta y nutre a sí misma, como no se pierde de vista en lo que concierne a su aparición bajo unas circunstancias tan determinantes de una estructura socio-económica y política tan duras y reacias.   


  •  Entonces la fantasía surge, retrata lo que hay de revolución e involución utilizando una imaginería de amplio fuelle, de marcado signo fantástico y quimérico, en donde la pregunta sigue latente en una plástica que se despliega en murales, cuadros, ilustraciones y paredes.  


  •  Dentro del cubano GUZMÁN existe ese territorio imaginativo, modernista, de cuento hallado entre una libertad aprisionada que lo daba por perdido, y él lo recupera para que siga su curso, retome su lenguaje y ampare el destino de una isla a la que no se le da la vuelta, en todo caso la revuelta.  


  • Sostuvo una conversación de media hora con una oruga y al salir a la calle se encontró en le país de las casas de chocolate. (Leopoldo María Panero)

No hay comentarios:

Publicar un comentario