20 de abril de 2013

OUSMANE SOW (1935) / SABRÁN QUE EXISTO


  •  Decía Malévich que el blanco es el verdadero color del infinito porque transmite espacio, distancia y perpetuidad. ¿Entonces como definir el negro de estos gigantes sin supercherías de aire acondicionado? Alan Watts me tira de las orejas para replicarme que intentar definirte a ti mismo es como intentar morder tus propios dientes. 


  •  También viene en mi auxilio Foucault al comentarme que hay momentos en la vida en los que preguntarse si uno puede pensar de manera diferente a como piensa, y percibir de manera diferente a como ve, es absolutamente necesario si uno pretende seguir viendo o reflexionando en alguna medida.


  •  Estas efigies del senegalés SOW tenemos que contemplarlas desde otra concepción, que lo mismo que se abre en sus múltiples referencias y significados, también se va cerrando cuando llegamos al último estadio, el de la desnudez física y espiritual de todo un continente que sigue sin alcanzar ninguna redención posible. Un estatuaria geográfica y téctonica que lo cuenta todo en sí misma.    


  • En el tranvía amarillo:
  • la República era,
  • lleno el pecho, como
  • decir la suave,
  • amplia, sagrada,
  • mujer que le dio hijos.

(Eliseo Diego).

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