22 de abril de 2013

GAVIN JANTJES (1948) / ¿CUÁNTOS NÁUFRAGOS?


  •  La pintura del sudafricano JANTJES presenta esas connotaciones místicas, simbólicas y ancestrales de un pueblo de profundas creencias ancestrales. Se plasma en unas vivencias que tienen un pie aquí y otro allá, que se interpenetran y se formulan como una cosmogonía que nunca ha dejado de estar a la espera.   


  •  Hay un juego de la memoria que no cesa y un carácter de cuento infantil narrado a la luz de la luna, unos espíritus en constante movimiento y una muerte que es como un final soberbio de diálogo y nueva visión.  


  •  En toda su obra el misterio contagia, la luz se apaga o es espesa, o abarca densidades de fuego. Es una plástica de poesía inconfesa, agarrada a la incertidumbre sin ensueño, a un fluido sin reposo, a una navegación incierta empeñada en la búsqueda de los orígenes aunque la noche esté sola y se incendie el día.    


  • Estoy conmigo, pero tengo miedo.
  • Andan cerca rumores misteriosos.
  • Interfiero demonios neblinosos
  • y la tinta hace luto por mi dedo.

(Carrilda Oliver Labra) 

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