4 de abril de 2013

DOMINIK SCHMITT-KÜNSTLER (1983) /


  •  Estas revelaciones bíblicas singulares acercan el plano metafísico al juego de un lirismo alucinante. Son representaciones que caben en todo tiempo y lugar y no nos sumen en la angustia definitiva, porque lo coral es la fábula que nos amplifica y asombra por su cosmovisión plástica total.  


  •  Aquí y allá compartimos ese fantástico existir, somo nuevos renacentistas que nos apasiona trabajar con esa alquimia que nos da fuerza y alas, percepciones agudas de la tierra y el cielo, soplos de unos limbos dementes, cuya profundidad, mucha más allá de sus formas etéreas, sea una dimensión profética y extasiada.   


  •  Ya no hay verdad sino estremecimiento ante unas imágenes que no especifican una única interpretación sino que actúan como un resorte para la conjuración de muchas otras. Pero el alemán SCMITT-KÜNSTLER, a través de su obra, enriquece ese magma quimérico del que siempre estamos faltos, que en el presente y en el futuro forma nuestra visión de que hay un lenguaje lúcido y no tan simbólico como sensual.    


  • Como esta paz la tengo tan sabida
  • -son muchos años de buscarme el alma-,
  • no habrán de preguntarme, cuando llegue,
  • en qué luces prendía la mirada.

(Eugenio Florit).

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