30 de mayo de 2012

BIENAL DE LA HABANA 2012 / NO ME DEJEN LLORAR

  •  La Habana se viste de gozo y persigue el espectáculo -ella por sí misma ya lo es y lo ha sido desde siempre-, tanto si viene a cuenta de ese discurso alegórico que ya no le queda ni un hueso, como si no.
  •  Lo que si es cierto es que está más que nunca en la calle y tal que tiovivos se exhiben como atracciones de ferias. Eso sí, que no se hable de referencias, espacios, diálogos sociales, imaginarios, que ya cansa tanto peroraración sobre conflictos, dialécticas, plataformas, lenguajes que al final son víctimas de anemia, anoxia, anuria y abulia.
  • El despliegue no se diferencia mucho de otras Bienales que vacilan en bautizarse y etiquetarse, aunque lo posmoderno es lo que más se lleva. Y claro que habrá polémica hasta la saciedad, pues con eso de que "aparecen las soluciones en la manera de crear nexos y en la elaboración de una textualidad generadora de intersecciones -¿por dónde andará la mía?- que hasta ahora parecían dispersas", uno se pierde.
  • Y para recuperarse y localizarse lo mejor es ir por El Malecón y mirar, observar y celebrar lo que haya que celebrar.

  • Si dejásemos nuestros brazos por un bienio dentro del mar se apuntalaría la dureza de la piel hasta frisar con el más grande y noble de los animales y con el monstruo que acude a sopa y a pan.
(José Lezama Lima). 

28 de mayo de 2012

PETER BÖMMELS (1951) / SE ME ESCAPÓ LA MEADA

  •  De vez en cuando omitimos que la mirada sobre una imagen es trazar sobre ella los rescoldos más imprevisibles de nuestra percepción. Por eso hemos de volver a conjugar la visión con el medio, a liberarla de sus anclajes o proyectarla sobre los reclamos visuales.   
  •  El alemán BÖMMELS nos servirá de ayuda gracias a sus delirios irónicos, fantásticos y sofisticados. Y también, en su pintura, verificaremos que cobra piezas cazando hábitos y desnudos del alma al ritmo de amaneceres y ocasos.  
  • No hay nada más manifiesto, y así se ha dicho, que el pigmento, recurso mineral que modela la materia sobre el lienzo; es el vehículo de la luz, del color y del brillo. Pues en este caso, sea o no neoexpresionismo, es el mismo que, entre vibración y duermevela, hace visible lo inaudito, que no lo es tanto si atendemos a las fuentes fidedignas de nuestros despertares  en estos tiempos de angustia y resignación.   
  •  Obra, por tanto, que cala y pesca lo genuino según los gestos de la contemplación, que no oculta su admiración por estos desasosiegos.
  • Los abalorios que nos han regalado
  • han fortalecido nuestra propia miseria,
  • pero como nos sabemos desnudos
  • el ser se posará en nuestros pasos cruzados.
(José Lezama Lima). 

26 de mayo de 2012

ALBERTO ABATE (1946) / NUNCA HAGO LOS DEBERES

  •  Es cierto que bajo la palabra posmodernidad pueden encontrarse agrupadas las perspectivas más opuestas, pero no estoy muy seguro de que lo sea en todos los casos. El cajón de sastre también tiene sus límites, aunque sean más ficiticios que un ramo de flores en la guarida de un lobo.  
  •  El italiano ABATE, considerado un anacronista, nos ofrece un mundo entre la parodia, el erotismo y el mito, entre lo clásico y lo concebido hoy por él mismo como su trasunto, entre un juego que transforma y otro que simplemente traviste metafóricamente. 
  •  Con lo que, citando a un personaje de Yukio Mishima, el epitafio que formula es el de que el estilo es el destino innato del arte. De ahí el asombro que produce una obra: aunque modifique la visión que tenemos de la vida, ahora nos hemos asombrado inconscientemente por medio del estilo, y el cambio consiguiente no es más que la influencia que ejerce a través del estilo.  
  •  No sé si es precisamente la emoción o la frialdad compositiva, cierta impostura, su imaginario encabalgado pictóricamente en una figuración que busca el acendramiento exquisito de la conciencia como "manera" y método, como exaltación plástica y disfrute visual. Quizás sea así y tal enfoque no necesite de reparos y justificaciones, pues estamos ante creaciones reactivas ante lo contemporáneo que desean que pensemos y veamos con "estilo" y únicamente partiendo de él.   
  • Para saber si la canción es nuestra o de la noche,
  • quieren darnos un hacha elaborada en las fuentes de Eolo.
  • Quieren que saltemos de esa urna
  • y quieren también vernos desnudos.
  • Quieren que esa muerte que nos han regalado
  • sea la fuente de nuestro nacimiento,
  •  y que nuestro oscuro tejer y deshacerse
  • esté recordado por el hilo de la pretendida.
  • Sabemos que el canario y el perejil hacen gloria
  • y que la primera flauta se hizo de una rama robada.
(José Lezama Lima). 

23 de mayo de 2012

CUATRO ARTISTAS, UNA MIRADA IBEROAMERICANA

  •  Una exposición en el Espacio Cultural Excelencias de Madrid, en la calle Magdalena, nº 8, reúne a cuatro artistas, dos cubanos -uno ya nacionalizado español-, HUMBERTO VIÑAS y FELIPE ALARCÓN, y dos españoles, PEDRO S. MORILLO y ALFONSO BRAVO, que, además de ser arte que se hace hoy, depara un pacto de distancias en el tiempo y en el espacio.    
  •  Al igual que en sus obras colgadas no hay afinidades que limiten, yo diría que todo lo contrario, tampoco hay derivas que resten, sino sumas cuyos recursos técnicos, magníficamente estructurados, confieren una determinación plástica a lo real, tanto en su vertiente vivencial como en su faceta soñadora. El oficio, que parece en extinción, se delata con vigor y ardor, con un alma propia y hasta ajena si ha lugar a una apropiación que no exija abstinencia ni devoción pía.    
  •  Son cuatro microcosmos que en su reflexión y acción descubren para y al espectador lo que se contiene en confines de la existencia cuando ésta va acompañada por la melancolía o exaltación de la materia, por las múltiples caras de la condición del ser como naturaleza, como cultura, como vestigio, como encarnación de la forma que habla y comunica.   
  •  Mientras HUMBERTO y FELIPE se empeñan en la búsqueda de la significación de orígenes, huellas y subsistencias o pervivencias, en gamas acrisoladas, PEDRO y ALFONSO se decantan por expresiones sígnicas, casi caligrafías metafóricas conformadas entre lo entrevisto y lo que al final brota, entre lo percibido inicialmente y lo formado bajo lo oculto que posteriormente es hallado y culminado entre lo sombrío y lo diáfano. Con la meticulosidad requerida se detecta que han desaparecido las apariencias efímeras en todos los cuadros, quedan de una vez y para siempre como productos legítimos y consumados, sin imprecisiones que únicamente desembocan en gesticulaciones estériles.     

  • Por último, solamente me queda recalcar que estas cuatro propuestas acortan trayectos en cuanto a lo que tiene el arte de fluido clamoroso, de ámbito intimista y pasión -no se crean, no hay muchos creadores que tengan un sentido tan álgido de este pathos-, de lenguaje que transmite horizontes inspirados desde territorios más comunes de los que ellos puedan imaginar.

  • Les aconsejo que no se la pierdan, guardarán de ella una de esas palpitaciones que hasta ahora no habían encontrado.  


12 de mayo de 2012

JAKE BERTHOT (1939) / SIGO SIN POSMODERNIDAD

  •  Las texturas conquistan el espacio, lo visten de brumas en lugar de seda, de atmósferas que lo inundan entero, lo cubren con una manta de capas cromáticas sombrías, gaseosas, esponjosas, que no son de ahora, son las que nos han acompañado desde hace siglos.
  •  En la obra de la norteamericana BERTHOT se visualiza un ejercicio de estilo y recuperación, la sintonía de un quehacer hecho para un disfrute poético que provoque en la mirada el ensueño que añora.
  •  Paisajes que se han creado con tonalidades que abren claros, que desnudan oscuros, que se recrean en alargar las sensaciones, proporcionarles la profundidad que necesitan, el entramado con el que se espesan, cuajando distintas tesituras, misteriosas coyunturas tangibles.  
  •  No hay ordenes ni simetrías regladas, la pintura se vuelve sobre sí misma, se enrosca, se aglutina, deja un horizonte o lo tapa, cavila sobre su suerte y la fortuna que le depara en esas operaciones enredadas que precisan una paz que de vez en cuando las visita. Y sigue esperando sin haber cedido.
  • En esos días irreconciliables,
  • fríamente el ojo discute con la mirada
  • y la combinatoria lunar no adelanta en mis huesos.
  • Estoy en la torre que quería estar:
  • un tegumento que puede unir cabellos,
  • una sonrisa que traiciona la línea del mar.
  • (José Lezama Lima).

7 de mayo de 2012

FELIPE ALARCÓN ECHENIQUE / ENTRE EL AMANECER Y LA NOCHE EBRIA DE LA HABANA

  •  Me dice el hispano-cubano ALARCÓN que él vuela mediante su trabajo creador, y gracias a los impulsos de sus inspiraciones agarradas, a través del oceáno hasta llegar a La Habana, fábula y mito que no aceptan ningún abandono. Ahí gravita todo el nexo de la práctica y efluvio plástico del que emerge un sentido depurado del oficio, una vocación y una potencia inventora y experimentadora.  
  •  En su obra ya caben todo un acopio de técnicas y series -óleo, aguafuerte, acrílico, digital, dibujo, grabado, etc.-, de gramáticas y sintaxis, de certidumbres y reflexiones sobre lo vivido. Quedan, por un lado, instantáneas de sus vivencias habaneras, reconstruidas en la mirada de su hijo, artificio mágico por el cual podemos observarlas a través de sus ojos. Así, pasado, presente y futuro conforman una simbiosis fantástica.   
  •  Por otro, la gioconda es el genio que emite flujos o secreciones a modo de custodios de un secreto,  que en su intercalación nos atraen hacia ella sin vulnerar el mecanismo de lo oculto. Las revelaciones de FELIPE son abarcadoras, por tanto, de unos orígenes hasta el momento de hoy, como si él mismo, al emprender tamaña aventura, tuviese en ese afán de convocatoria iconográfica la predeterminación de sintetizar un legado, la emoción de unos vínculos universales, sin perder de vista unas referencias que son solamente suyas, enraizadas en lo más hondo de la textura isleña.  
  •  Por consiguiente, el blanco y el negro de algunas de sus imágenes marcan el texto del son dejado que vuelve como una historia y una melodía en claroscuro. Los colores, por el contrario, son como puntas de estrellas que señalan, identifican, desvelan y hacen posible un entrecruzamiento catalizador en que la piel quiere ser recorrida por un humo y una lanceta, que diría el poeta Lezama.    
  •  ¿Que es lo que puede destacarse, entonces, de un quehacer que cada día tiene más aliento, más imaginarios a los que llegar, más sistemas que desarrollar, más revulsivos sobre los que construir un ideario iluminado de presagios, de ecos de humanidad con los que renovar directrices, formas, conjuntos, visiones?
  •  Pues puede hacerse énfasis en lo que afirmaba Moore, respecto a que tenga su propia vitalidad, esa energía que trasciende, que va más allá de lo que representa, que sea esa espiral geodésica que nunca se agota, que articula la magnitud de un prontuario estético dignísimo y acorde con su historia y el espíritu de su tiempo.    
  • En una tierra de presos pintados
  • que alzan un escudo con polvo y una rosa estañada,
  • donde ninguna casa puede ser visitada
  • porque todos sus números están siempre borrados.
  • En la primera casa que hemos tocado
  • el número en nuestra espalda quedó señalado.
  • (José Lezama Lima).

3 de mayo de 2012

ROBERT RIGSS (1896-1970) / SOMOS CONTEXTO Y FORMA

  • Un país que todavía sigue en construcción, una sociedad montada de aquí y de allá, apasionada, fervorosa, emprendedora, cruel y alucinada con el progreso, toma forma en la mente del creador.
  • Él, estadounidense RIGGS, no se deja engañar, establece unas estipulaciones plásticas dinámicas acordes con ese torbellino existencial, con esa noria de locura y determinación.  

  •  Dentro de ese realismo coral, las representaciones constituyen tanto las declaraciones de un testigo como las de un tasador de la crónica de esos años provisto de caligrafía propia y atribuible, cuya firma ha quedado patente.
  •  No hay una vertebración fomal que nos deslocalice -estamos en pleno en dadaísmos, surrealismos, expresionismos de todos los calibres, y lo que te rondaré morena-, pero sí un profundo sentimiento de lo que se está viviendo, de lo que está aconteciendo y la necesidad de expresarlo como símbolo y conocimiento, como territorio físico y humano en el que el artista hunde sus ojos y sus manos.  
  • De todos modos, es una pintura con huella, grabada a fuego y lanzada sin la constante referencia a una melancolía pendiente de celebrar.


  • Está usted olvidado y una llovizna va acompañando
  • el pisapapeles caído a tiempo en una espalda desgobernada.
  • (José Lezama Lima).

2 de mayo de 2012

EUGEN SCHÖNEBECK (1936) / CONFINAMIENTOS

  •  La modernidad sigue a la búsqueda de ausencias ignoradas que no encuentran el medio de hacerse visibles. Todavían quedan muchas a pesar de que las vanguardias hayan tratado de abarcarlas todas. Razón por la que también hay autores que chocan con ellas y ya no las abandonan. 
  •  Pero en esas iconografías no hay ningún tipo de reconciliación, los imaginarios no están para treguas ni recompensas. Así lo analiza y entiende el alemán SCHÖNEBECK hasta darle la vuelta, hasta desenterrar los cuerpos y las cruces y volver sobre ellas a reinterpretar el sacrificio con la piedad del horror. 
  •  Tantos desaparecidos vivos que están muertos según esos tonos y configuraciones tan espectrales nos evocan historias y espacios de retorno, de iras y saberes que a fuerza de perseguirlos no han convertido en mutaciones confinadas y aterrorizadas por su propia transparencia. ¡Quién dice que somos nosotros! 
  •  La fealdad en todos los órdenes es la condición de la belleza que sangra y duele, o su contraria, la que tortura y mata. Una dialéctica que a través de la imagen pone de manifiesto que lo trágico no se detiene, articula representación tras representación para dar cuenta de los valores que postula su visión plástica. 
  •  Si tales escrituras las tomamos como derrotas, las estamos legitimando como victorias no arrepentidas, que es lo que son, al fin y al cabo el escarnio es para tenerlo tan cerca que sea imposible olvidarlo. 
  • La rata pasea por el cordel su oído con un recado.
  • Un fuego suena en parábola y un ave cae;
  • el adolescente une en punta el final del fuego
  • con su chaqueta carmesí, en reflejos dos puntos finales
  •     tragicómicos.
(José Lezama Lima).