19 de marzo de 2012

PEPE FRANCO (1958) / ¿CÓMO VIVIR SIN PINTAR?

  •  No se deberían bañar tanto los pinceles. Ni dejar que sus cerdas acariaciasen la floresta hasta filtrarse en ella. Ni tampoco ubicarse en una tierra tan fértil y cargada de órganos ocultos y escondidos.  Sería un error doctrinal confeso.
  •  ¿Por qué, entonces,  ese entramado brillante, vivo, que exalta una naturaleza virgen, empeñada en crear sus formas, sus contexturas, sus existencias conforme a una desalienación completa, sin ataduras ni pesadas formulaciones sobre el debe y el haber?  
  •  Si hemos de sofocar este incendio hagásmolo más hondo y crudo, pero ya sin fe,  no tengamos miedo a lo que nos engulle, nos metamorfosea. El cubano FRANCO, de tanto volcarse en esos espacio y errores confesos, ya forma parte de ellos y nos invita a hacerlo a nosotros también.  
  •  Es una sabiduría pictórica que aglutina, que toma prestado el pasado, el acervo, la raíz vernácula, en aras de ofrecer una isla repleta de fuentes líricas, de vegetaciones insospechadas, de organismos emboscados, de un sistema que engloba toda una geografía del ser y su retorno.
  • Son las intuiciones de lo plástico que abren continentes, sentimientos, pensamientos y pasiones que se cobijan bajo la estructura, bajo códigos que momifican la enjundia fermentada en esos colores que traen el centelleo de lo vital desde la espesura.  

2 comentarios: