11 de enero de 2012

ULISES GONZÁLEZ (1963) / ACERCA DE ESTOS MISTERIOS ENCONTRÉ PASIONES INTENSAS

  •  Debemos dar por obvio que la mirada del artista es la propia construcción plástica. Pero, no nos equivoquemos, ha de ser honda, tal como pregonaba Dubuffet:
  • "¡Cavad! El mundo está formado de capas, es un pastel de hojaldre. ¡Probadlo en hondura, sin ir más lejos de vuestros pies, y veréis!
  •  Sin embargo, ULISES, el artista cubano residente en Jalisco, lanza una llama que incendia todo cuanto arrolla. Hace de la pasión un lenguaje y lo encubre con el misterio de una impronta en expansión, que filtre en el hervor cromático la serenidad del dibujo. 
  •  Se asegura que solamente hay belleza en la búsquedad de la verdad. Apaga y vámonos, me susurra él mismo. Mi verdad está en la carne, la nocturnidad, el frenesí, el erotismo, el amor y la alevosía. No tendría perdón si no fuese así. El arte le ha pedido siempre, me aclara, ese relato, una historia de fuerza y emoción, de plasmar lo que cada día se desata y grita. 
  •  Por eso es que las manchas de sangre o el carmesí en flor colorean una superficie con arañazos y en la que nadan esporas o corpúsculos que dan su última conformación al hecho pictórico. ¿Cabe más eficiencia que ese contraste que anuda lo hecho con lo deshecho? Un corazón negro vomita un pañuelo rojo, ese rojo que el artista convierte en un vocabulario desesperado que no desdeña intercambiarse con la demacración, con una blancura que no aspira a la reencarnación y sí a la angustia.  
  •  Y por ello es que la cruz, como espejo metafórico, aparezca astillada y con esparadrapos, a la que nos asomamos con más deseos que ansias de encuentros. Y los capullos -O´Keeffe nos habló de ellos- sean entes colgados de esa plasticidad apasionada que cubre la certidumbre de ser la sendas de unos trazos o la del propio destino, forma de la plenitud carnal de unos colores que al mismo tiempo que designan proclaman.   
  • Obra que reflexiona, una vez que se ha quitado de encima el gesto y el sudor, sobre lo que es o no la culminación de un proyecto, cuya continuación estará en ese futuro que le aguarda compartiéndolo con el destino.

  • Se dice que Pollock, en ataque de rabia, arrojó un libro que trataba sobre Picasso, gritando:
  • "¡Maldita sea, este tipo no se ha dejado nada!" ¿Qué fue de ese libro? 

2 comentarios:

  1. Gracias Goyo, me encanto tu interpretación de mi obra!!!Y me gusta mucho como escribes!!!

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  2. Me gustaría que la interpretación de la obra de Ulises no se hiciese en primer lugar matizado por puntos, le resta encanto y pasión a la relación que un pintor expresa a la hora de pintar.
    He repasado, como fiel seguidora de la obra del pintor, mil y una vez su obra.
    La adoro porque es diferente, ambígua, pasional...
    Por el trazado de sus lienzos descubrimos una fuerza interior, a veces inconexa, que lo arrastra a no unir los trazos, eso es tesón puro y duro, creo que en ese momento está en extasis, derrochabdo esa fuerza que lo hace diferente.
    El color. No puedo hablar de él sin recordar y destacar la sensación de mi corazón bombeando sangre por cada una de las venas de mi cuerpo, en los momentos de dolor, pasión, arrebato, dulzura, inquietud...
    Sin duda Ulises es un artista exquisito que siempre sorprende com obras como la cruz de espejo con tiritas."Ponte tú en sú lugar" y preguntate ahora, lo que supone el rechazo ajeno.
    Sigo enamorada de tú obra, porque la siento, por que la disfruto y porque me hace reflexionar-

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