12 de agosto de 2011

ANDRÉ MINAUX (1923-1986) / HUIR DE LO AMORFO


  • He de reconocer que tomo de los especialistas únicamente aquello que me interesa, tal es el caso, ya repetido en este blog, de Herbert Read, el cual declaró que las imágenes de los artistas son ante todo formadoras, es decir, que le confieren una forma definida a lo que era amorfo; son cristalizaciones de intuiciones mentales fluidas; materializan lo inmaterial, lo inmaduro, las orientaciones meramente sentidas y localizadas de la experiencia sustancial.


    • Efectivamente, el francés MINAUX es el cultivador de una síntesis que por sí sola conforma un modo de vislumbrar, de acceder a esa experiencia que delimita al artista, lo que le hace ser de la forma plástica que al final es.



      • Nada de bellezas buscadas ni sentidas, nada de rasgos excelsos ni metonimias. La representación goza con su propio sentido de lo que aparece, con su significado alcanzado, con la rotundidad de una coloración que difumina o avejenta y a la que no hay que exigirle más. Pues sonoriza la pasión de lo que no precisa tanta contextura y revela dominios y tramas que remiten a la ilusión de mirar lo que no vemos.



      • Cuando hay claudicaciones hacia otros derroteros, la magia permanece y alienta al taumaturgo y entonces se baña en su caudal hasta la hora de cierre. Mañana será la aventura de otra espera.




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