29 de marzo de 2011

JAN LEBENSTEIN (1930-1999) / YA NO ESTOY AQUÍ


  • Las leyendas son caminos de sombras en los que resguardarse, en los que dejar de conocerse para ser otro. Y si fuésemos ese otro transcurriríamos señalando la figuración legendaria del polaco LEBENSTEIN como una forma de vivir sin techo, sin luz y con la piel tiznada.

    • En la superficie una concreción rugosa, solidificada, tratada y amasada con un punzón que al mismo tiempo que construye, remata, que despierta lo que subyace, que invoca al espíritu que no aparece y se encuentra con el monstruo que aparece.

      • Ante una pintura de dimensiones oscuras, oníricas, restituidoras de una imaginación casada con el quehacer minucioso de lo artístico y humano, se desvela la meticulosidad de un delirio quimérico que nos llega como un misticismo de arrebato.

        • Considerando que el encantamiento en este paraíso visual es cierto y evidente, la duda no nos ampara si lo que intentamos es suprimir fantasías sin dueños, porque el artista nos lo ha revelado a la perfección: compartimos señorío y hacienda, y eso es mucho, tanto como seguir vivo.

          • La noche de cristal negro,

          • la noche negra campana,

          • y el badajo-grillo

          • que pinta color amarillo

          • con sus pinceles de patas.

          • ¡Cuánta bravura negra

          • sobre la noche callada!

          • (Alberto Vigil-Escalera).

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