7 de diciembre de 2010

JUAN ANTONIO RODA (1921-2003) / BORDEANDO ABISMOS

  • ¿Qué esperamos ante un universo grabado de autopsias de monjas en delirio, de desconocidos fichados, de amaperros amputados, etc?

  • ¿Qué es lo que configura la estructura y significado de estas obras? RODA, el español nacionalizado colombiano, ha sido muy escrupuloso en sentar una verdad completa sobre la pátina tenebrosa que se extiende plástica, ideológica y poéticamente sobre ellas.
  • Por eso nunca podré entender esta declaración de Leo Kofler, cuando asegura que el arte moderno, pseudocrítico y por tanto acomodado en sus últimos efectos al mundo burgués, desemboca en el nihilismo capitalista tardío que transforma ontológicamente el ser en una nada eterna.

    • En este caso, y sin ir más lejos, no podemos hablar de una nada sino de una visión que si no se confunde en su principio, sí tiene un final. El de una catarsis que abraza sufrimiento, éxtasis, terror, identidad, muerte y silencio. Constancia telúrica de lo que queda y se plasma si el artista ha bailado en los bordes del abismo, no ha perdido detalle de su alucinación y destino, de lo que ha vivido y lo que ha visto y soñado.


      • Somos memoria y dolor de lo que observamos. Y al dar cuenta de ello, el autor se inviste de una magia de virtuoso, cuyo narcisismo castiga una y otra vez, para no olvidar nada hasta llegar a la misma nada, paraíso encubierto de pintura derrotada pero aún inconquistada.









1 comentario:

  1. Bellas palabras sobre la obra de Roda, este gran ser a quien tuve el honor de tener por Maestro.

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