21 de junio de 2010

UBALDO BARTOLINI (1944) / RETOMAR SENDEROS

Patinir nos enseñó que la aprehensión del paisaje es una entidad de nuestra conciencia plástica. Y Amiel añadió además que era un estado de ánimo.

El italiano BARTOLINI retoma ese sendero con la consiguiente duda de la desmaterialización de su condición física para poder plasmarlo en un continuo infinito.




Por tanto ésa es su capacidad, la de penetrar y habitar la topografía como una experiencia sensorial. Es lo que le define como un anacronista, el que investido de su sentido panteísta interpreta una idealización telúrica cuando es un todo con la memoria armónica, o resultado de una fuerza dionisíaca cuando los recursos emocionales se sobreponen a los formales.



  • Nuestra mirada no se centra tanto en la configuración tectónica como en la introspección de un universo al que siempre le viene bien más visualizaciones, sin que con ello recabe trascendencias indebidas o sean susceptibles de fajarse con entes numinosos que caminan por un borde a tientas y con la voluntad de significarse a ciegas.

    Este autor nos proporciona una visión que fluye y nos adentra, y después nos deja solos en rumbos ya trazados con el firme propósito de que los sigamos.



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