22 de junio de 2010

GÉRARD GAROUSTE (1946) / LAS DIMENSIONES DEL YO

  • El francés GAROUSTE se ha quitado la máscara en su manifiesto plástico del yo. No es exploración ni búsqueda, ni tampoco se trata de simples correlatos externos, sino de una íntima confesión de lo que cree que son las dimensiones del yo en espacios colgados de doseles incautos.
    • La liberación tiene lugar en procesos que se gestan a medida que se configuran, hasta culminar en autorretratos crueles y alegóricos que se conjuran para evidenciar lo ridículo de unos destinos encarnados para celebrar la derrota.

      • Obra que se significa como un puente entre maneras de mirar, entre modos de ejercer la función que la visión nos ha interiorizado. Incluso ponemos en cuestión la observación que construye y organiza la vivencia ante ese mensaje que se comunica bajo las formas figurativas de señales tan próximas, quizás excesivamente cercanas. Son efluvios icónicos que dejan la quietud para otro día y que nos persiguen sin licencia para matar.



        El Malecón aguarda nuestra llegada. Está ávido de chupar nuestra anémica sangre a cambio de un trago de ron inidentificable. Pero para nosotros, mi amigo Humberto y yo, es otro día en que sopla la vida y emerge la tierra, castigada de tanto parir sin recibir y beber una gota de bien.








1 comentario:

  1. Hola Goyo, nunca te he dado las gracias por poner las obras que pones. Me gustan las críticas que haces, aunque no todas las entiendo, pero algunas de ellas si me llegan muy claras.
    Este autor me ha llamado la atención por como dibuja las manos. Da la sensación de que su mensaje va en caminado a la labor que pueden ejercer las manos. En nuestras manos está el poder salvar la vida de las personas. De la misma manera está el quitarles la vida. La primera obra da esa sensación, de una persona que ha sufrido al ver como unas manos sesgaban vivas o alguna vida. Es el sufrimiento de esconder las manos detrás, aunque por lo enorme de esas manos no se pueden esconder. El fondo rojo transmite violencia. La forma del cuerpo y la cara piden clemencia.

    La segundo obra transmite zozobra. Tormenta mental. Amasijo de lio en la cabeza. Manos que hacen de alas pero que no se pueden elevarse. Hombre testarudo como el asno que piensa con los traseros cuando algo le va mal dando coces.
    En una palabra, un cuadro con una tortilla mental dramatizada.

    La tercera obra es una especie de quijote que se quita la máscara y se ve que no está muy cuerdo. Aun así se cree un mago por encima de todo. Pero se le ve feliz de ser como es. Así creo que deberíamos de ser todos, de vez en cuando quitarnos la máscara y ver que no somos dioses ni únicos en el universo

    La siguiente obra transmite ganas de trabajar y de crear, aunque con ello se tenga que romper la cabeza, y tenga que mirar desde diferentes puntos para ser creativo. Las manos siempre están deseosas y en danza para crear.

    Tal vez resulte ridiculo como veo las obras, pero ya he dicho en alguna otra ocasión que no soy crítica, y que tampoco tengo estudios. Pero me gusta y me entretiene, estoy más acriva.

    Saludos

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