6 de abril de 2010

YUDIT VIDAL FAIFE (1979) / FIEBRES DE FANTASÍA

  • Hasta la esencia acaba mudándose de naturaleza, alterando su condición, modificando su gene, pero una parte del yo permanece si que el saber la destruya, sin que un flujo de excrecencias mentales y emocionales mórbidas la desnaturalice. Esa parte es la fantasía que no se apaga, que sigue encendida y que de vez en cuando encuentra a una YUDIT VIDAL, desde Trinidad (Cuba), para reencarnarse.
    • Es una experta en conseguir que esa facultad, ese don, sea una misma cosa con su obra, cuya plasticidad expresiva nos introduce en un ensueño sin que casi seamos conscientes de ello. Que sea esa singular irradiación o aura cromática la que plasme con sabiduría pictórica la ilusión, o sea la dimensión única de sus personajes, lo importante es el todo resultante que narra visualmente un universo y un tiempo que están acotados a nuestro lado y no siempre vemos.

      • Estos trabajos iluminativos sólo pueden ser posibles si quien los ejecuta está imbuida de una sublimación válida y apta para desvelar misterios y, aún más primordial, capaz de calibrarlos y cristalizarlos a partir de referencias y formulaciones que conjugan nuevas formas y perfiles. El que esta artista los haya hecho posibles nos da acceso a la conservación del sentido acariciador de la quimera.


        • Anochecía en El Malecón sin la aparición de luciérnagas. Mi amigo Humberto me dice que cree que cuando oye hablar de un paraíso sin verdad ni mentira, están refiriéndose a la tumba. Hasta el ron enmudeció y con ello se nos acabó la bendición.




No hay comentarios:

Publicar un comentario