21 de julio de 2009

MAX BECKMANN (1884-1950)

Beckmann, el gran artista alemán, no se hizo preguntas cuando realizaba su obra, sólo se daba respuestas. Y así culminó una obra única en su tiempo porque fue la representación del drama de su época, con sus crímenes, tragedias, despojos, sufrimientos y soledades, además de la propia derivada sobre la naturaleza de la función del arte.

Este artista pone de manifiesto que hay contenidos en la fundamentación de lo estético que siempre deben estar presentes, que desde el pasado ya han señalado esa conciencia de una actividad que modela su historia en las formas e ideas que se obtienen de una humanidad en perpetuo conflicto, en contiendas que se dirimen bajo la apariencia falaz de lo humano.

Él no obvia una situación que le angustia, la expresa con la fuerza y el poder que le confieren la seguridad de unos recursos excepcionales, la fatalidad de vivir en tal entorno y la necesidad de plasmarlo en unas imágenes cuya composición, organizada en un continuo suceder sin tregua, dibuja un universo sombrío en el que el sentido último se nos revela desde la perspectiva de lo extraño y lo sobrecogedor.

Artistas como él y obras como las suyas son absolutamente necesarias porque no podemos prescindir de la verdad que nos hacen contemplar, ese espíritu que a través del arte nos acerca a una auténtica dimensión de la existencia.

El aluko canta al amanecer. El akede nos aborda y nos ordena el rezo al akokó. Detrás de él, el egungún nos amenzaba con llevarnos ante Esú por desairar a Ifá. Humberto y yo proseguimos el camino a través de las sombras, que hoy eran acogedoras y nos evitaban encuentros con sicarios de ogboni u oro. Bajo ellas ya no podíamos divisar el Malecón.




1 comentario:

  1. Estimado Goyo admiro la calidad de tus exposiciones, la docencia que mana de tus palabras... sigo tu andar pausado pero seguro de ti y sin darte descansos mas que los necesarios te felicito y me felicito de tenerte de maestro y amigo.
    un gran abrazo

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