31 de julio de 2009

GIUSEPPE SANTOMASO (1907-1990)

El artista italiano Santomaso hace de lo indescriptible quimeras, pues si fuesen descriptibles ya no lo serían. Y como tales ocupan espacios a modo de paisajes en los que en cada instante hay un nuevo fenómeno visual que toma vida y la bebe despacio.

Es una abstracción sosegada, serena, ensimismada en la manifestación de una extensión cromática habitada, a la que se le hubiese atribuido el culto de un poder mágico al que no se le hace juzgar sino amar.

En definitiva, es una pintura para vivir lo plástico en y con todos los sentidos, de tal forma que el espectador tome contacto con aquello que huye de descripciones y definiciones pero no de sensaciones y vivencias, que se adquieren al posar en ella la mirada.

Según Isidoro de Sevilla, le digo a Humberto, la belleza del mundo y el orden del cosmos testimonian la razón divina del universo. Y Humberto me contesta que nosotros, desafortunados, nos lo hemos perdido y ya no llegamos, pues ni hay belleza, ni orden ni razón divina, únicamente vemos fealdad, desorden y locura, y el que ésta sea divina o no es otro cantar.




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